Monthly Archives: January 2016

La revolución no quiere ser televisada…

El Gabinete Económico no acudió a la reunión con la Comisión de la Asamblea Nacional encargada del análisis del Decreto de Emergencia Económica propuesto por el Ejecutivo Nacional. En un sistema político estable, con instituciones sólidas, esto no habría ocurrido, pero tratándose de Venezuela era de esperarse. El régimen político venezolano no acostumbra rendir cuentas, ni al poder legislativo ni al país, la naturaleza del chavismo es la de arrogarse la condición de pueblo mismo y por lo tanto está fuera de discusión cualquier exigencia que implique responder por sus actos. Para el chavismo es más importante aplicar unas políticas económicas suicidas si con ellas puede seguir financiando su proyecto político, porque el problema no es que el Gobierno ignore que la caída del precio del barril de petróleo no es una conspiración de la burguesía internacional, o que de seguir quemando las reservas internacionales de la nación, estará más cerca de pedir auxilio financiero al Fondo Monetario Internacional.

La verdadera tragedia de Venezuela es que el gobierno de Nicolás Maduro sabe lo que hace, lo demostró con los últimos nombramientos del Gabinete Económico, reforzándolo con el Decreto de Emergencia. Nada de lo que ocurre en Venezuela es un accidente, sino la consecuencia de un proyecto político que tuvo como objetivo la destrucción del Estado democrático, cosa que no ha sido negada por el chavismo, al contrario, forma parte de su imaginario político. La sistemática erosión de la institucionalidad que comenzó cuando la antigua Corte Suprema de Justicia le dio a Hugo Chávez la posibilidad de desmontar del andamiaje jurídico que la Constitución de 1961 le proporcionó al país, condujo al sistema político venezolano por los caminos de la incertidumbre y el voluntarismo. Las leyes y las instituciones respondieron a la intuición y deseo de Chávez más que a la construcción del Estado, es así como el Poder Popular se concibe como la personificación del pueblo, en sustitución de aquella conformada por territorio, poder y población [Estado].

No bastaba con desmantelar el Estado [burgués], era necesario además dotarlo de una estructura socioeconómica vulnerable -dependiente mucho más de la redistribución de la renta- en la que la única fuente de recursos fuese el Estado. Para que esa estructura funcionara era necesario sacar del juego una de las variables: el sector productivo en manos privadas. Por esa razón, las políticas económicas del chavismo estuvieron dirigidas a limitar la capacidad operativa del capital privado, primero fiscalizándolo y luego apropiándose de empresas estratégicas, como parte de un cuidadoso plan urdido para debilitar el aparato productivo, desde el agro hasta los sectores de servicio. El chavismo podía sentirse satisfecho, entre el control de cambio, las directrices para la comercialización y el consumo y las limitaciones impuestas a todos los sectores, alcanzó el control absoluto de la economía nacional.

Las causas por las cuales los venezolanos no consiguen carne o pollo, no se deben a una conspiración burguesa, sino a las políticas del Ejecutivo que hicieron inviable la actividad ganadera, privilegiando las importaciones y los negocios irregulares, que con la escasez actual de divisas, ni se puede seguir importando ni pensar en la reactivación del sector. De la misma forma podemos ir explicando las razones por las cuales no hay harina de maíz, arroz, granos, lácteos, pastas; en el sector alimentos las causas de la crisis hay que buscarlas en los controles que para el chavismo son el eje de su proyecto político. Este eje argumentativo se extiende hacia otros sectores: la industria, el comercio, los servicios, que sin inversión no pueden actualizar sus plataformas operativas, además que con la legislación laboral vigente tampoco pueden invertir, sumado a la escasez de divisas se compromete la capacidad de acción de cualquier actividad productiva. Nada de lo aquí descrito es accidental, sino al contrario, es la meta. A mayor dependencia, mayor control.

La escasez de medicinas, la falta de repuestos para vehículos y maquinaria pesada, de materiales para la construcción, de vehículos, el déficit del servicio eléctrico, el problema de la calidad y el suministro del agua potable, del gas doméstico, el déficit habitacional, son todos expresiones de un proyecto político, no constituyen un accidente, son el objetivo. Por eso hoy, 21 de enero de 2016, el Gabinete económico no asiste a la Asamblea Nacional a discutir con el poder legislativo su Decreto de Emergencia Económica. El gobierno no se siente obligado a dar explicaciones, no concibe que la crisis sea un obstáculo sino una etapa necesaria para terminar de dinamitar lo que queda de ese modelo de Estado democrático. El gobierno sabe que la crisis es de su total y absoluta responsabilidad, pero tiene la aspiración que con la negativa de la mayoría parlamentaria para aprobar el Decreto propuesto, sea posible presentarse como víctima mientras el derrumbe del país sigue su curso, situación ideal para la consolidación de la revolución.

El reto para la Oposición es obligar al Gobierno a mantenerse dentro de los precarios canales institucionales, observando el mandato constitucional. También le corresponde la tarea de informar y explicar a la opinión pública, nacional e internacional, la conducta del Gobierno y sus consecuencias para la nación. El Gobierno por su parte seguirá insistiendo en su plan de provocar un punto muerto que acelere el colapso definitivo, de esa forma, responsabilizando a la Oposición alcanzaría el control político absoluto despojado de eufemismos democráticos. Es solo cuestión de tiempo pero el Gobierno tiene claro su futuro a corto plazo: no es sostenible mantenerse dentro de los parámetros democráticos si aspiran conservar el poder, y por lo que se observa, el Gobierno no parece convencido de abandonarlo en lo inmediato. Si sus cálculos se cumplen, un error de la Oposición les daría la oportunidad de reivindicarse y con ello sellarían el destino del país atado a un régimen indiscutiblemente autoritario.

Leave a comment

Filed under Español

Cuando lo ordinario se vuelve extraordinario: el regreso de la Oposición a la Asamblea Nacional

Después de la tensión de los días previos a su instalación, luego del pulso institucional con el TSJ -brazo judicial del Ejecutivo- y de las concesiones hechas por el bien del país y su derecho a tener un poder legislativo operativo, finalmente el Presidente Nicolás Maduro se dirigió a la nación para entregarle su Memoria y Cuenta. En cualquier otra circunstancia, este no tendría porqué ser un hecho extraordinario, sería un trámite formal propio de los sistemas políticos democráticos con una clara separación de poderes, en los que cada uno debe responder según sus atribuciones a un mandato constitucional. Sin embargo, en el caso venezolano, este hecho representa un cambio significativo desde que Hugo Chávez llegara al poder en 1999.

Por primera vez en diecisiete años el chavismo no es mayoría en el poder legislativo. Antes de la llegada de Chávez a la presidencia, la alternabilidad era una característica del modelo bipartidista, que con todo y su deterioro, reconocía además el derecho a la participación de las minorías, quedando definitivamente excluidas con el proyecto hegemónico que terminó imponiendo. El regreso de la oposición a la Asamblea Nacional en condición de mayoría ha sido uno de los logros más notables de la Mesa de la Unidad Democrática, demostrando que la estrategia electoral debe ir de la mano de una propuesta que acompañe a todos los sectores de la sociedad, en lugar de acciones que respondan a necesidades particulares de sectores no alineados con la fórmula electoral.

Un camino accidentado

No ha sido un camino exento de dificultades, muchas de las diferencias internas todavía no han sido superadas, quedan los resentimientos propios de quienes vieron fracasar sus intentos apresurados por acabar con un régimen sin contar con el apoyo de todos los afectados. Pero el 15 de enero de 2016, todos aquellos que han apostado por un desenlace inmediato de la gravísima situación política y económica por la que atraviesa Venezuela, tuvieron la oportunidad de contrastar dos visiones sobre el país, una disociada de las penurias que viven las mayoría de los venezolanos y otra comprometida con el rescate de la institucionalidad que desesperadamente reclama toda la nación, sin distinción por razones ideológicas.

Ese rescate institucional, ese reclamo de resolución civilizada de los conflictos es lo que los venezolanos esperan, porque hasta ahora, el gobierno no ha sido capaz de reconocer su responsabilidad en la crisis económica y mucho menos ofrecer soluciones medianamente razonables cuando insiste en profundizar en las políticas absurdas e irresponsables que han hundido a la economía. No entraré a discutir sobre el decreto de emergencia económica, eso se lo dejo a los economistas y abogados. Mi interés es la lectura política del momento, y este como pocos, depende de qué tan bien juegue sus cartas la oposición.

Dos visiones de país

Ayer, mientras soportaba la aburrida y repetitiva alocución de Maduro, me preguntaba cuál sería la respuesta del Presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y la verdad no me sorprendió en lo absoluto su intervención, Ramos fue acertadamente escogido para esa posición porque tiene las características necesarias en un parlamentario y la suficiente experiencia para liderar el poder legislativo. Pero además creo que es importante comprender que lo extraordinario de esta primera oportunidad es el contraste discursivo entre el modelo autoritario oficialista y el modelo democrático de la oposición, muestra de ello son los comentarios que de inmediato inundaron las redes sociales, en los que predominaban expresiones de celebración por el “contundente” mensaje con el que Ramos Allup “minimizó” la participación del Presidente.

Pero la realidad, lo que subyace de ese evento, es que los venezolanos estamos profundamente desacostumbrados a las formas, a los procesos de la vida democrática, pero mucho más a la conducta cívica. Las opiniones leídas en los últimos días dan cuenta de la sorpresa por el mensaje de Ramos Allup y la apoteosis con el que su mensaje fue recibido por algunos sectores, interpretado como una “lección” para el chavismo. Por una parte, no recordamos cómo era la vida parlamentaria en democracia, por la otra, tenemos una generación que solo conoce el autoritarismo. Un país que desconoce su pasado, que ignora las instituciones y sus procesos, es lógico que perciba lo que debe ser el comportamiento de sus líderes políticos como algo extraordinario. Eso y más ha sido obra del chavismo, por más que la democracia haya cometido errores, jamás hubo un régimen que despreciara tanto al contrario esgrimiendo la búsqueda de la igualdad.

El cambio

Hoy, como nunca en diecisiete años, la oposición democrática venezolana tiene ante sí la oportunidad de promover un verdadero cambio, pero no uno que se quede en las formas, sino una auténtica transformación de los procesos políticos donde esté presente el rescate de las instituciones y eso comienza por nosotros mismos. El país no resistirá que la Asamblea Nacional se convierta en una versión tropical del coliseo romano, para eso ha tenido al chavismo. La aspiración de todos los venezolanos, chavistas y opositores, es que sus problemas sean resueltos con eficiencia.

El cambio comienza por diferenciarnos de eso que tanto daño nos ha hecho como sociedad, evitar caer en la tentación de repetir aquello que nos ha dividido, entender que el país no puede reconstruirse ignorando que el chavismo, a pesar de su crisis, tiene seguidores y que como toda fuerza política seguirá reclamando su espacio en la medida que logre democratizarse. Mal podemos hablar de rescate de la democracia si pretendemos excluir de la vida política a quienes adversamos; el debate no implica la degradación de la política, su ausencia sí. Celebremos entonces el retorno de la oposición a la Asamblea Nacional y hagamos votos para que este sea el inicio de la tan necesaria re-institucionalización que todos esperamos por el bien del país.

Leave a comment

Filed under Español

OlgaK: ¡Hola, es Venezuela!

Soy mamá, tengo tres tripones y me preguntan qué me pareció lo de la Asamblea Nacional. La verdad es que no sé. No lo vi. Trabajo en Caracas y vivo en el Junquito y si no me monto en el “Gi” a las 5.30 de la mañana, no llego a mi trabajo. Ahora que solo puedo comprar por número de cédula perdí un día de trabajo y ¿ustedes creen que cuando llego me pongo a ver televisión?

Hola, es Carlucho:

Tengo 17 años. A mi papá lo mataron en un asalto el año pasado y ahora no puedo estudiar porque tengo que ayudar a mi mamá. No sé qué es peor, si tener que convertirme en proveedor de la familia a juro o tener a mi mamá pidiéndome que no salga y muerta de angustia cada vez lo hago. Y yo también me pongo a pensar, a mis 17, que si me matan a mí, ¿qué va a ser de ellos? ¿Esto es ser “jóven” en Venezuela?

Hola, es Mariela:

Hoy en la peluquería sólo se hablaba de lo de la AN. ¡Qué despelote! Fue lo único en lo que coincidieron todas. ¡Fueron unos falta de respeto!, decían las chavistas y ripostaban las otras, ¿y no es mas falta de respeto hacerse los locos con los narcosobrinos y… ? Toma y daca. Daca y toma.

Mi peluquería estaba igualita que el periquero de la AN. Ni siquiera les pude ofrecer un cafecito para calmarlas porque no se consigue. Las manicuristas andan desesperadas porque no hay acetona, las clientas se quejan porque no hay tintes, y como faltó la luz se me fueron varias clientas. ¿Cómo pagaré la quincena y el alquiler?

Hola, es Jony:

Ya cumplí 55 años y cuando arrancó la revolución tenía apenas 38 y todo por delante. Me hice viejo y me empobrecí sin ver que cumplieran ninguna de sus promesas. Me interesaba que la AN arrancara con lo de la pensión y los cesta ticket para los jubilados porque la revolución y yo nos hicimos viejos a la vez y ni ella ni yo tenemos nada en las manos. Confié en ella ciegamente y se me pasó la vida. ¿Qué me importa ahora a mí el Pacto de Punto Fijo?

Hola, es Mamama:

Tengo 75 años y se me fueron los nietos primero y los hijos se me fueron después. Yo mismita los animé para que lo hicieran. Pero lo único que quiero es verlos regresar. La soledad duele mas que la muerte. La muerte pasa en un día, la soledad se sufre cada segundo.

Hola, es Pepe:

Tengo 48 años y mi mujer y yo decidimos con una tristeza enorme cerrar el negocio que montó mi padre y que nos mantuvo sin lujos pero con decencia durante casi 40 años. No puedo seguir pagando eso que llaman “comisiones” para sacar la mercancía ni a los GN, ni al Seniat ni a más nadie que nos viene a matraquear. Resulta que estamos trabajando para ellos. Eso no. Si nadie acaba con la corrupción, la corrupción acabará con todos.

Hola, es Margarita:

Fui profesora porque amo la docencia. Nací, crecí y me formé en y gracias a la democracia. Pero hoy por hoy, bachaqueando hago más en una semana que en un mes de trabajo y mis hijos tienen que comer todos los días y necesitan zapatos y ropa todo el tiempo. Procuro no pensar en lo que me he convertido. Si lo hago no pararía de llorar y no puedo permitírmelo. Yo lo que quiero es volver a las aulas… pero el salario no me lo permite. Esto es lo que hay.

Hola, es Yayita:

Vivo con mi abuela y mis padres. Papá se nos enfermó y se nos está muriendo a ojos vista porque no conseguimos las medicinas y cuando las conseguimos, no nos alcanza para pagarlas. Viendo morir a mi papá, Abuela también se nos está muriendo de pena. No puedo con tanta muerte.

Hola, es Marisabel:

Soy una tía mamá. Mi sobrino es Erasmo Bolívar, uno de los PM que lleva 12 años preso por lo del 11 de abril.

Cuando entró tenía un niño de 3 años y el otro de 7, ahora tienen 20 y 16 y una niña que nació estando él preso, que cree que la casa de su papa es la cárcel.

Iris Varela les dijo hace un año: Muchachos, ustedes pagaron lo que hicieron y por lo que no hicieron también… y les mandó hacer todos los exámenes y los pasaron. Pero los PM siguen presos.

De los 30 años a los que fue condenado, Bolívar ha cumplido una más de la cuarta parte de la pena. Significa que según la legislación venezolana puede optar por beneficios como arresto domiciliario… pero cada vez que le toca audiencia le ponen a un juez nuevo y los nuevos no se atreven a tomar ninguna decisión.

*Tomado de la entrevista de Isnardo Bravo.

Hola, es Olga:

Yo solo quiero que vean a quienes acaban de saludar. Llenaríamos millares de páginas con testimonios similares. ¡Hola! soy Pancho… Alberto… Rosa… Aura… Eli, cada uno de esos venezolanos ES.

No, señores diputados del oficialismo. No fueron elegidos para recitar los problemas de la Cuarta porque hace 17 años que son ustedes dueños y responsables absolutos de lo que ha ocurrido en la Quinta. Ya que no pueden hacer oposición a ustedes mismos, hagan algo por resolver los problemas que teníamos y profundizaron y los nuevos que crearon y siguen creando con sus errores.

No, señores diputados de la oposición. No fueron elegidos para repetir ni sustituir a los que no hicieron nada. Que la fuerza no nace en el volumen del grito sino del calibre del argumento. Que el cambio es cambiando y no imitando.

Diputados oficialistas y opositores: a Yayita, Marisabel y Pepe les tienen absolutamente sin cuidado los ídolos de ningún bando. Que la vida que viven, no les da tiempo para esos cuentos muy jugosos para El Nacional o Vea, pero no para componerles la existencia de su día a día de maltratos, carencias y miedos.

El chavismo cabalgó sobre su Comandante y los dólares que se malgastaron a manos llenas sin que de ello quede nada que mostrar mas allá de unas vallas.

La oposición y los que en ella andan haciendo lobbying para sustituir una idolatría por otra, entiendan que el país que votó el 6D, lo hizo bajo la aspiración de Paz, Justicia y Libertad y no para revanchas y efectismos a gusto de pocos pero ruidosos radicales.

La bancada de oposición tiene un problema adicional y delicado: la paciencia que le tuvieron a Chávez, no se la tendrán a ustedes.

Con él, este país se alimentó de esperanza contra toda lógica… y contra toda lógica también esperan resultados rápidos. Pero no atropellados.

¡Hola, es Venezuela!

Es hora de que hagan algo por mí.

@olgak26

Leave a comment

Filed under Español

¡No volverán!

Contra todos los pronósticos, y no sin una buena dosis de preocupación, asistimos –en la distancia- a lo que prometía ser un día de mucha intensidad. No se trataba solo de la recuperación de un espacio político en condición de mayoría, porque el regreso de la Oposición al Parlamento ocurrió en 2010, sino de la contradicción con un proyecto político construido sobre la base de la negación del otro, prometiendo un inevitable choque entre dos visiones: una democrática y otra autoritaria.

 

Las acciones de última hora tomadas por el Ejecutivo, modificando la Ley del BCV entre otros asuntos, daban a entender que al gobierno no le quedaba otro camino que dejar a la Oposición instalar la Asamblea Nacional, como el mismo Maduro lo admitiría. Sin embargo, conociendo el talante antidemocrático de los diputados del PSUV, sabíamos que sería una jornada muy difícil. Las primeras escaramuzas tuvieron lugar temprano, el día antes, cuando el Diputado Ramos Allup se acercó al Palacio Legislativo, presagiando lo peor para la instalación del nuevo Parlamento. Pero no fue así.

 

Juegos de miedo

 

Los temores sobre el acceso de los Diputados al recinto, el despliegue las hordas del chavismo apostadas en los alrededores, la animadversión de los trabajadores del Palacio Legislativo, todo aquello que forma parte del paquete revolucionario, si fue dispuesto para ello, no pudo detener a los Diputados de la MUD quienes llegaron a asumir su tarea, la de ser la palanca para la recuperación institucional, un verdadero desafío en las actuales circunstancias porque pese a lo abrumador del triunfo, las condiciones del país son de extrema gravedad.

 

Esa recuperación institucional todavía es muy imprecisa, no hay un amplio entendimiento de lo que ella implica, no solamente para el chavismo sino para la propia oposición. Han sido diecisiete años de sometimiento a un modelo político de naturaleza autoritaria que por esta razón no admite contrastes, hay una generación que no conoce otra forma de ejercicio del poder. Cambiar las instituciones también comprende un cambio de mentalidad y eso es un enorme desafío.

 

 

Una nueva institucionalidad

 

El país espera que la institucionalidad retorne, eso significa el rescate de los valores democráticos perdidos en un proyecto político autoritario que usó los mecanismos de la democracia para llegar al poder y conservarlo; esa circunstancia no democratizó al chavismo, al contrario, hizo de la democracia venezolana un híbrido con tendencia autoritaria, por lo que la tarea es aun mayor al tratarse no tanto de recuperar, como de mostrar la funcionalidad institucional.

 

En este sentido, la etapa que comienza es de aprendizaje tanto para el chavismo como para la oposición, tantos años de autoritarismo hacen mella en quienes han estado deshabituados a las prácticas democráticas. Ayer tuvimos un adelanto del complejo proceso que tendrá lugar en la Asamblea Nacional, y en el que los 112 diputados de la MUD desempeñando actividades parlamentarias deberán mostrar su apego por las formas de la democracia, reivindicando la majestad del Poder Legislativo extraviada a lo largo de años de subordinación al Ejecutivo.

 

¿No volverán?

 

El chavismo hizo de la exclusión la razón de su existencia, no solo por la vía jurídica e institucional el régimen político debilitó el rol opositor, sino que se ha valido de las formas más oscuras de la política para anular su presencia, evadiendo el debate y la confrontación de ideas, algo a lo que el chavismo siempre ha temido, y que ayer en su despedida como mayoría parlamentaria dejó en lastimosa evidencia. El chavismo prometió que las prácticas políticas del pasado no volverían, que quienes condujeron la democracia, esa que permitió el ascenso al poder de Hugo Chávez, quedarían de por vida condenados al ostracismo.

 

Con ese no volverán prometieron el olvido, no solo de aquellas prácticas políticas condenables, sino de los valores propios de la sociedad venezolana: solidaridad, humanidad, convivencia, respeto, tolerancia. Nos acostumbramos tan rápidamente a esa forma de actuar, pendenciera e intolerante, que ayer a ratos no supimos distinguir a chavistas de opositores, el hemiciclo al que el chavismo convirtió en una suerte de coliseo degradado, mostraba unos aspirantes a gladiadores que no supieron respetar la majestad del recinto que ocupaban ni el cargo que ostentaban. El llamado de Ramos Allup a respetar el hemiciclo fue el primero de muchos que seguramente tendrá que hacer, y no solo dirigido a los chavistas.

 

Lo que no debe volver es esa actitud que tanto hemos criticado al chavismo de irrespeto por las formas, que un diputado –sea de la tendencia política que sea- actúe en el Palacio Legislativo como si se encontrara en un patio de bolas debe ser rechazado sin ninguna contemplación. Lo que no volverá es el discurso de negación de la minoría parlamentaria, eso sí, ajustada a de los parámetros normativos y procedimentales. Lo que no volverá es el discurso de odio, de humillación al que el chavismo se acostumbró en su trato con la Oposición. Y la Oposición no puede caer en la tentación de apropiarse de ello.

 

Esto cambió

 

El chavismo fue a la Asamblea Nacional en pleno duelo, los discursos de Rodríguez, Díaz, Ortega y Agüero evidenciaron la desconexión del chavismo que los condujo a la pérdida de la mayoría parlamentaria. No hay articulación frente al descontento, mucho menos a las demandas sociales, siguen anclados en un eje ideológico del que se ha distanciado la mayoría. En una actitud irrespetuosa, la fracción oficialista trató de convertir la instalación de la Asamblea Nacional en un espectáculo bochornoso, con sus intervenciones, sus “barras bravas” y su ardid para la retirada, intentando sembrar la idea de la pérdida de legitimidad del acto y de sus participantes.

 

El retiro de la fracción del PSUV luego de la instalación de la Asamblea Nacional no conducirá a su deslegitimación, como tampoco lo fue cuando la Oposición en 2005 se abstuvo de participar en las elecciones parlamentarias. La pérdida de legitimidad no la determina el sujeto político, sino quienes califican a ese sujeto político. La legitimidad del chavismo fue cuestionada el 6D, el resultado le permitió a la MUD alcanzar la mayoría calificada que el Gobierno, mediante la subordinación de Tribunal Supremo de Justicia, está intentando desconocer en un acto carente de legitimidad y legalidad.

 

Esto cambió, ahora es el chavismo el que intenta por todos los medios quebrar la voluntad de los electores, desconociendo su mandato para imponer por vía judicial lo que no pueden alcanzar electoralmente. Esto cambió porque el chavismo ya no puede exhibir sus victorias electorales, cambió porque la Oposición entendió que la diferencia no la hace el oponerse a quienes están en el poder sino a proponer otras formas de ejercerlo. Esto cambió porque el país necesita superar el odio, la confrontación y la animosidad; la Oposición ganó un voto de confianza, ahora le tocará en su labor parlamentaria hacerlo valer. Esto cambió, y no volverán los que odien y desprecien a quienes piensan distinto, sean quienes sean.

Leave a comment

Filed under Español

Ayer y hoy

[singlepic id=5 w=240 h=160 ]

Leave a comment

Filed under Español