Esto es lo que sucede cuando decides mirar hacia otro lado.
A lo largo de los años nos enfrentamos al peligro que representaba Hugo Chávez. Los errores cometidos durante el fracasado golpe de Estado en 2002 permitieron a Chávez obstruir cualquier intento de construir una oposición sólida y democrática.
La oposición democrática tardó años en reconstruirse y ganarse el respeto -en el interior y en el extranjero- para convertirse en una verdadera amenaza para el régimen. Una vez que el régimen estaba seguro de que las elecciones ya no eran útiles para permanecer en el poder, fueron descartadas.
No era un secreto que Chávez no creía en la democracia, y después de su fracasado golpe de estado en 1992 continuó expresando su rechazo hacia ella. Hasta que se dio cuenta de que el único camino al poder era a través de elecciones, pero nunca cambió de opinión sobre la democracia. Castro sólo le dio combustible.
La protesta de la oposición cayó en los oídos vacíos, no hubo respeto ni credibilidad en las graves quejas de deterioro democrático en Venezuela.
Ahora que el país es una bomba de tiempo, algunos están abriendo sus ojos, preocupados por el éxodo y cómo esto afecta su propia existencia.
Algunos de los países que ahora se quejan, enviaron oleadas de migrantes a Venezuela cuando pasaron por terribles dictaduras hace años. Su silencio ha sido atroz y cómplice.
Venezuela está en peligro, y si no fuera suficiente tragedia, el país ha sido abandonado.
Venezuela será, sin duda, el más terrible fracaso de la región, nadie escapará a este juicio.
(Traducción de Alejandra Suárez)